"La propuesta surge de la certeza de que particularmente en los países andinos, en la calle, en la tienda del barrio, en la cantina o en la farmacia, se cuentan historias divertidas o trágicas o divertidas y trágicas, que merecen ser preservadas tanto por su función lúdica como por su peculiar profundidad cultural". Mauricio Samaniego.
Sin más preámbulo invitamos a tod@s a disfrutar de los cuatro cortometrajes que han resultado de este trabajo: Aquí mismo es todo, Alma perdida, La esquina de las almas y Fifiriche.